El español es una debilidad para algunos niños, especialmente para aquellos que vivieron en China durante su infancia y llegaron a España más tarde a España. Solo unas pocas escuelas han establecido 'aulas de enlace', y la mayoría de las escuelas donde los niños estudian no cuentan con esas condiciones. Para los niños sin conocimientos previos, es necesario que haya maestros que hablen chino para ayudarles a entender y dominar rápidamente la pronunciación, la lectura y las reglas gramaticales básicas, sentando así una buena base para su aprendizaje inmersivo del español en las escuelas locales, logrando un efecto más eficiente.